El dossier de este número está dedicado al Tíbet, al que designamos en este 2013 como País del Año. En efecto, el país de las nieves es la cuna de una milenaria cultura posesora de las experiencias y conocimientos espirituales que, a juicio de quien esto escribe, podrían permitir la supervivencia de nuestra especie y la inauguración de una nueva era de plenitud y armonía. Y ahora es víctima de lo que el Dalai Lama designa como “un genocidio cultural” y que, como señala en la entrevista Robert Th urman, es difícilmente distinguible de un genocidio a secas.