Soy dibujante, y lo digo como un ejercicio de responsabilidad más que de vanidad u ontología. Si fuese el caso, mi memoria la atraviesa los personajes de tres ciudades: Pasto, Cali y Popayán, de las cuales he visualizado y amado sus fantasmas. Sobreviviente a las máquinas y sus revoluciones, hago parte de una generación que puede constatar los fracasos de la humanidad y entender que la ciudad más que ruina es vestigio. Soy docente de la Facultad de Artes de la Universidad de Nariño y a tal fatum, respondo a la im-posibilidad de la enseñanza del arte. Soy improbable amante, padre equívoco, amistosa monstruosidad, y por lo tanto, mis estudios obedecen a esta animalidad: Técnico profesional en Dibujo profesional – Academia de dibujo profesional de Cali; Licenciado en Artes Visuales – Universidad de Nariño; Magister en Etnoliteratura – Universidad de Nariño y Doctor en Antropología –Universidad del Cauca. Y por demás, yerro la escritura, con bastante terquedad